Mi sobrino Joaquín había visto su receta y queria comer eso hoy, y como no sé negarle nada...
Más o menos he hecho mi versión y la verdad es que estaban exquisitos.
Tenía almejas y gambones. Así que piqué cebolla y ajo y lo rehogué. Las almejas las herví en una poca de agua para que hirvieran y guardé el caldito.
Las puse en la sartén y le añadí perejil y los gambones ya pelados y salpimenté.
Pelé los langotinos y con la cabeza y lo demás me fui a hervirlos para tener un buen caldo.
Colé el caldo y rectifiqué de sal. En ese caldo herví la pasta.
Mientras en la sartén añadí un chorrito más de aceite y un vasito pequeño de vino y dejé hervir a fuego muy lento hasta que se consumió.
Adañí la pasta al dente y para chuparse los dedos.

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