Es una de mis sopas favoritas en las noches de invierno.
Para 4 personas.
Se pone un poco de aceite de oliva virgen en una sarten y se frien unos tres o cuatro dientes de ajo partidos a rodajas no muy finas.
Se dejan muy poco, antes de que se doren, se sacan y se echan a una olla con agua hirviendo con sal. No olvidaros que la sal se pone después de que el agua rompa a hervir sino tardará más.
En el aceite de la sarten se frien un par de huevos, si son muy pequeños tres. Se frien con el aceite no muy caliente para que las claras se frian sin volantes y queden cuajadas y blancas.
Se sacan y se les corta a trocitos la clara y se añaden al agua y los ajos de la olla junto a rebanadas de pan del día anterior si puede ser. Esto es al gusto, hay a quien le gusta con mucho pan o con menos.
Con las yemas de los huevos y el aceite de freirlos se hace una especie de mahonesa moviendo con el tenedor las yemas y echando en aceite poco a poco hasta ligarlos.
Cuando las claras y el pan han hervido un ratico se apartan y cuando el agua no hierve se van echando la yemas ya ligadas con el aceite.
!A comer!. Es una receta fácil, económica y exquisita.
miércoles, 20 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario